Estaba dando un paseo nocturno cuando veo que dos ancianas de unos 80 años van codo a codo en el sentido contrario al mío. Todo el mundo sabe la capacidad que tiene la gente mayor a la hora de expresarse tanto de forma verbal como no verbal. Y todo el mundo conoce su mítica expresión "oy oy oy". Ahora imaginad eso llevado al culmen máximo. Eso es lo que yo vi en la cara de una de ellas dos, algo parecido a lo de la fotografía:
Mi mente inquieta se percató del momento y empezó a pensar qué le podría haber contado la amiga para que una señora se escandalizara de esa manera, pero pronto llegó mi respuesta. Justo cuando pasaba a su lado intentándolas esquivar, mi oído escuchaba: "y eso es lo que llaman lluvia dorada".
Que no quede sólo como anécdota, sino como la importancia de tengas la edad que tengas o estés donde estés, sorprender, y por supuesto, sorprenderte.
Como seguro que se sorprenden los pequeños de este hospital de Nueva York al entrar a la sala de TC...
...o al mirar por las ventanas de sus habitaciones en este otro (¿o será el mismo?) hospital infantil...
...o los compradores de este supermercado londinense (vía qué hacer cuando uno está aburrido)
Sorprenderse, extrañarse,
es comenzar a entender