"La vida no se trata de esperar a que pase la tormenta. Se trata de aprender a bailar en la lluvia " (Vivian Greene)

martes, 31 de diciembre de 2013

En la puerta del sol, como el año que fue...


El tiempo pasa deprisa, muy deprisa. Muchas veces asusta la capacidad que tiene de manejarnos a su antojo, siendo rápido cuando menos queremos que lo sea. Quizás sólo sea tu mente que le sabe a poco los buenos momentos y es menos capaz de dejar pasar esas sensaciones que van cargadas de sentimientos negativos, aunque hagamos verdaderos esfuerzos en impedirlo. Sin embargo aquí estamos, a escasas tres horas de que el reloj de Puerta de Sol dé las doce esperadas campanadas y deje atrás un año que estará marcado por infinidad de cosas para cada uno de los que estamos sobre este mundo. Estoy seguro que aunque Facebook, Instagram o cualquier servicio de estos se empeñe en hacer a cada uno de sus usuarios un "resumen 2013" no llegará para nada a lo que cada mente y cada corazón tiene guardado de este año.Y es que ya decía Mecano, que cada fin de año hacemos un balance de lo bueno y malo, donde siempre lo primero debería primar sobre lo segundo, y éste último ser objeto de aprendizaje, sobre lo que no hay que volver a repetir y no de llevarlo de la mano atormentándonos durante el nuevo año. 

Sin duda mi 2013 va a estar marcado de grandes momentos y sentimientos, decisiones, conversaciones, hechos... Una de las peores partes se la lleva mi ausencia por esta, mi otra casa, la blogosfera, perdiéndome lo que ibais contando en cada una de las vuestras y siendo partícipes de algo que me llena de una manera grandiosa. Eso sin contar que se me está olvidando hasta cómo escribir por aquí... Todavía me parece increíble haber estado tanto tiempo sin escribir (excepto por el lapsus de las últimas dos entradas), sobre todo cuando muchas veces te entran unas ganas inmensas de encender el ordenador, teclear Blogger y dar rienda suelta a lo que pasa por dentro de tu cabeza. Pero tener que hacer mil cosas y la falta de tiempo, ese del que hemos hablado más arriba, me ha pasado factura. A mi vuelta veo muchos compañeros con el chiringuito cerrado y otros que sobrevivimos a duras penas. Me alegra ver a los que siguen como el primer día o van dando señales de vida cuando pueden sin perder esa alegría. Así como a los nuevos que han venido, y que vendrán. Espero que el nuevo año traiga un rincón en su tiempo para dejarme ver de nuevo por aquí.



Pero, ¿y qué ha pasado durante este 2013? Se ha viajado, y mucho. He vuelto a rehacer historias de la adolescencia y a volver a ver a gente maravillosa que no había visto desde hacía muchos años. Pero también he conocido a grandes personas de esas que te marcan como si pareciera que tuvieran su hueco en el corazón preparados para su mudanza. He afianzado relaciones y he ido un poco más allá en algunas, siendo una alegría poder conocerlas más a fondo. Y es que, a pesar de todas las adversidades que haya por en medio, si de verdad hay interés y conectas, no hay obstáculo que no puedas salvar. Sin embargo también ha habido tropiezos, caídas, dudas, malas decisiones, y lanzamientos sin conocer todavía cuáles serán las consecuencas que no deberían emborronar los momentos de buenas sensaciones.

En cuanto al tema académico, y que algún día intentaré desgranar un poco más, nos encontramos en la recta final. Cuesta decirlo después de tanto tiempo, que de nuevo ha pasado sin que nos hayamos dado cuenta. Más de 1900 días estudiando algo que me hará sentirme orgulloso el resto de mi vida. Dándolo todo a pesar de las noches, de los madrugones, de los exámenes, de los trabajos, de las notas... pero también gracias a esas noches, madrugones y por supuesto a toda la gente, compañeros y no que han dado una parte de ellos mismos en estar dónde y de la forma en la que estás. Todo se acaba y todo llega, y es que acabamos para continuar. Hemos elegido academia y aunque no hemos hecho ninguna práctica en lo que llevamos de curso, nos espera un rotatorio de lo más movidito para estar dónde más nos gusta.

Se me están acabando las ideas, culpa que probablemente tendrá el olor que percibo desde mi habitación y el hecho de estar tantísimos meses sin escribir. Así que para no ser muy pesado, mando por aquí un sincero y grandísimo Feliz 2014. No se olvida a la gente que no tendrá un techo propio para celebrar el fin de año, ni aquellos que están desperdigados por necesidad por toda la geografía mundial, ni aquellos que están en los hospitales, no sólo trabajando, sino a aquél enfermo o enferma, niño o adulto que pasará su fin de año entre sábanas blancas, goteros y maquinitas. Así como tampoco se olvida al que no está.

Así que no me queda mas que desearos a todos que paséis una gran noche, así como una muy buena entrada a este nuevo año. Unos estarán a las puertas de ese marcado uno de febrero. Otros será el fin de su R4-R5. Y otros como yo, tendrá un año duro de preparación por delante. Para todos será el fin y el comienzo de dos etapas. Puede ser duro, pero seguro que entre todos lo será un poco menos. 

Feliz 2014.

Y si hace dos años, me despedí al ritmo de "Un año más" de Mecano, este año lo voy a hacer con "Todo tiene su fin" de Los Módulos. El fin y el comienzo, la vida es así.



Un ganador es un soñador
que nunca se da por vecido


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